Vivimos en un mundo eminentemente visual, recibimos diariamente el impacto de miles de fotos y videos. Las capacidades de nuestros dispositivos móviles han democratizado de tal forma este mundo, que se ha hecho imprescindible en el ámbito de la comunicación contar con un material de primerísima calidad.
Sus redes sociales, webs, catálogos, eventos, etc. necesitan del mejor material posible.
Pero en lo audiovisual, como en todas las disciplinas de la vida, lo más importante es el mensaje que buscamos transmitir. No sirve cualquier fotografía, ni por supuesto cualquier pieza de video.
No teman. Están en buenas manos. Lo de hacer fotos con el móvil y subirlas a Instagram, sin más, es como usar una pluma MontBlanc y garabatear cosas sueltas en un folio en blanco esperando escribir el próximo Quijote. Detrás de cada foto ha de haber una historia y un mensaje. Ya saben… (¡¡¡llámenme pesado!!!), lo de generar valor y tal… 😉